miércoles, 18 de diciembre de 2013

EDUCACIÓN OBLIGATORIA: SU SENTIDO EDUCATIVO Y SOCIAL




José GIMENO SACRISTÁN


La escuela tiene que preparar a todos los individuos para todos los sucesos que pueden pasar en la vida cotidiana. Debido a eso, la cultura tiene que llegar a todos y no solo a unos pocos, por lo que si los planes tienen que ser generales, los conocimientos abarcan a todos los alumnos, pero también tiene que asegurarse de hacer personas independientes y críticas. 
Para que los contenidos lleguen a todos se debe hacer un currículum escolar coherente, en el que los objetivos sean realista y estén relacionados con los intereses de los alumnos.   




En la actualidad, la cultura llega a todos de muy diversas formas como por ejemplo a través de Internet, muy demandada y muy de moda en estos tiempos. Por ello, el docente no solo tiene que enseñar cómo utilizar la herramienta sino también tendrá que transmitir la crítica y como se debería filtrar toda esa información, puesto que toda no es ni correcta ni buena.

Por tanto, entre todos tenemos la responsabilidad de realizar esa tarea. En la actualidad, las familias y la sociedad en general, les ha dejado solo a los docentes con  esa responsabilidad, cosa que no debería ser así. Sino que las instituciones educativas, los representantes y en general todos tenemos que apoyar a los docentes y darles la libertad que se necesita para adaptar los currículum a la sociedad actual. Si no damos las ayudas y apoyos suficientes a los profesores no se podrá realizar ese cambio y no se conseguirá la mejora que necesita el ámbito educativo.


En definitiva, solo el ser críticos y llegar a reflexionar sobre lo que nos dicen, leemos o vemos es la única forma de filtrar esa cultura y de aprenderla. Si no tenemos buenos profesionales preocupados por motivar y hacer ciudadanos ejemplares nunca podrá darse un verdadero cambio. 
Como dijo J. Gimeno Sacristán: “sin profesorado de calidad no hay educación de calidad”.



A continuación pondremos algunas frases de Gimeno Sacristán para poder entender mejor lo dicho anteriormente y lo que pretende o el sentido que le da a la educación obligatoria.

“La educación debe preocuparse por estimular diferenciaciones que no supongan desigualdades entre los estudiantes; tiene que hacer compatible el currículum común y la escuela igual para todos con la posibilidad de adquirir identidades singulares, lo que significa primar la libertad de los sujetos en el aprendizaje”, pág. 74.

“La diversidad algunas veces habrá que desconsiderarla, en otras habrá que corregirla y en muchos casos debería estimularse”, pág. 75.

“La escuela y su currículum, que deben ser oportunidades para todos, pasan con demasiada facilidad a ser estructuras de dificultades graduadas que todos han de superar a un mismo ritmo y con las mismas ayudas, de suerte que en cada uno de los escalones establecidos con la graduación medimos a los sujetos”

“Para ver si son aptos o no, los diferenciamos y les decimos a muchos que son desiguales a los demás”, pág. 78.

“La diversidad natural de la que hemos hablado, la singularidad de cada individuo, se entenderán y se reaccionará ante ellas desde el punto de vista de su clasificación en categorías. La singularidad será tolerada sólo en la medida en que no sobrepase los límites de variación que no distorsionan el trabajo ‘normalizado’ con cada categoría clasificada”, pág. 83.

“Los profesores parecen haber perdido la capacidad profesional de trabajar con la diversidad, si ésta no es reducida por algún tipo de clasificación de estudiantes”, pág. 84.

“Quienes se salgan del estándar normativo, quienes no sigan el ritmo y la secuencia caen en la ‘anormalidad’, bien sea en su zona negativa (los ‘retrasados’, los ‘subnormales’, los fracasados, los no aprobados), bien en su zona positiva (los ‘adelantados’, los ‘sobredotados’, los notables y sobresalientes”, pág. 85.

“A la diversidad de los sujetos hay que responder con la diversificación de la pedagogía”, pág. 91.

Elaborado y redactado por: Esther Reche Carbonell

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